En primer lugar, hay que decir, que mi vida escolar ha tenido muchos cambios y eso ha sido debido a que he estado viviendo en dos sitios, en la localidad de Cambrils donde resido actualmente, y también, en Villacarrillo, una población de Jaén de donde proceden tanto mi padre como mi madre.
Rondaban los años 90, y de lo poco que me acuerdo, es que siempre que llegaba a la guardería lloraba, porqué era muy duro que me separaran de mi madre tan pequeñita y no me gustaba nada estar allí, las profesoras me trataban muy bien y me querían mucho pero yo era reaccia a estar allí, aunque poco a poco me fui acostumbrando y me lo pasaba muy bien con los demás niños. Sobretodo me acuerdo de dos profesoras que me dejaron muy buen recuerdo, que se llamaban Raquel y Ángels y eran super amables conmigo, mis recuerdos de esta etapa son buenos aunque muy pocos debido al tiempo y a la poca información que tengo guardada, no existen ni videos ni fotos por culpa de las múltiples mudanzas que he sufrido, por lo que todo se ha perdido.Después de esto, llegó el colegio..
2º) Colegio C.E.I.P Marinada
Este colegio está situado en Cambrils, al lado del ayuntamiento y del centro de Salud. Aquí he pasado un largo periodo de escolarización debido a que hice tanto la etapa de educación infantil, como la de primaria y secundaria.
De la etapa de parvulario tengo buenisimos momentos, tanto porque es cuando conocí a todos mis amigos que después continuarían conmigo hasta bien entrado el bachillerato, y porque estuve con mis dos "senyuretas" favoritas, Manolita y Angelina. De lo que me acuerdo era sobretodo de que eran muy comprensivas y atentas y que siempre en clase nos hacían reir mucho pero también aprender. Su metodología de trabajo era muy humanista siempre centrada en sus alumnos y a la vez, crítica ya que pretendían que aprendiesemos todo lo que pudieramos con su guía pero lo más autónomamente posible.
Recuerdo también el patio del parvulario, donde tantos ratos he estado, y el barracón donde ibamos a hacer diversas actividades ya que no habia suficiente espacio dentro del edificio escolar. Me gustaba mucho porque teníamos zonas verdes, una piscina de arena, toboganes y mucho espacio para correr, además las aulas tenían mucho colorido y las mesas y sillas eran de colores. Lo que menos me gustaba era el suelo de piedrecitas donde siempre me caía y me hacía daño.
Era en la hora del patio donde las profesoras salían a controlarn os pero también a hablar con nosotros y a escuchar todas nuestras peticiones. Recuerdo también, sentarme en las faldas de Manolita y explicarle todas mis peripecias y la sonrisa que ella siempre me propiciaba, fue una etapa muy chula. Además de lo que más me acuerdo, era de como celebrabamos en el parvulario los cumpleaños ya que nos mini disfrazaban y nos subian a una silla y allí todos los compañeros te cantaban el cumpleaños feliz, posteriormente, tu les dabas a cada uno una bolsita de chucherias y después las profesoras te dejaban ir un rato al patio para celebrarlo.
Por último, hay que decir, que algo que me dejó mucha huella eran la infinidad de manualidades y de actividades que haciamos fuera de las aulas, y los múltiples disfraces caseros que elaborabamos nosotros mismos con toda nuestra ilusión y esfuerzo.
De la etapa de parvulario tengo buenisimos momentos, tanto porque es cuando conocí a todos mis amigos que después continuarían conmigo hasta bien entrado el bachillerato, y porque estuve con mis dos "senyuretas" favoritas, Manolita y Angelina. De lo que me acuerdo era sobretodo de que eran muy comprensivas y atentas y que siempre en clase nos hacían reir mucho pero también aprender. Su metodología de trabajo era muy humanista siempre centrada en sus alumnos y a la vez, crítica ya que pretendían que aprendiesemos todo lo que pudieramos con su guía pero lo más autónomamente posible.
Recuerdo también el patio del parvulario, donde tantos ratos he estado, y el barracón donde ibamos a hacer diversas actividades ya que no habia suficiente espacio dentro del edificio escolar. Me gustaba mucho porque teníamos zonas verdes, una piscina de arena, toboganes y mucho espacio para correr, además las aulas tenían mucho colorido y las mesas y sillas eran de colores. Lo que menos me gustaba era el suelo de piedrecitas donde siempre me caía y me hacía daño.
Toda la etapa de primaria la cursé en este mismo centro pero en otro edificio que está al lado. Lo que más me gustó creo yo fue el hecho de que no tuviese que cambiar de colegio en esta etapa ya que ya me conocía el terreno y continuaba la siguiente etapa con todos mis amigos.
El colegio Marinada era para mí como mi segunda casa, me encantaba y allí, creé un clima totalmente familiar y cómodo. Las clases eran muy divertidas para mí y yo me lo pasaba "pipa". Dentro del aula se estaba tan bien que creo que por eso yo sacaba tan buenas notas, porque no me hacía falta más que atender en clase para luego realizar las actividades adecuadamente.
Aquí si que existió eso a lo que llaman una identidad propia de mi organización, en este caso la escolar porque todos eramos como una gran familia. Empezando por el conserje el señor Paco que siempre estaba ahí para ayudarnos en cualquier cosa, y por las monitoras del comedor que eran muy amables pero a la vez, disciplinadas y estrictas porque en la hora de la comida no se podía andar con tonterías. En el comedor del Marinada aprendí a comermelo todo y también a comportarme con mayor disciplina. Cabe señalar también, que una de las monitoras del comedor era mi madre y claro eso también era un punto a favor ya que yo tenía más privilegios que algunos niños por un lado, pero por el otro, también tenía más obligaciones, como ayudar a dar de comer a los pequeños, comportarme mejor que ninguno para dar ejemplo, comermelo todo, ser obediente porque a mi también me castigaban, jajaja...
En las horas de clase teníamos infinidad de profesores para cada una de las materias, pero sin lugar a dudas recuerdo al profesor de religión, que siempre nos enseñaba valores, normas y compotamientos adecuados pero siempre desde un punto de vista muy abierto, no imponia su criterio sino que nos ayudaba a descubrir por nosotros mismos que era lo mejor para actuar de forma correcta.
3º) I.E.S Ramón Berenguer IV
Empecé mi nueva etapa en el edificio de al lado, el Ramón Berenguer IV, un instituto que de por sí tenía mala fama porque anteriormente, era donde se hacía FP y por ello, no se creía que tuviese el mismo nivel que el I.E.S Cambrils, para poder cursar la ESO y Bachillerato cosa que más tarde se comprobó que no era así y que tenía incluso más competencias que el otro para desarrollar con gran eficacia su trabajo como I.E.S.
En éste, estaba la profesora de inglés, la Claustre y la de castellano la Neus que me gustaban mucho, y siempre
me potenciaban mis habilidades dandome a entender que era muy buena y que tenía un buen nivel, y eso siempre me hizo ser mucho más responsable con los estudios y no pensar en ning ún momento en dejarlos sino que ya era como algo natural, sabía que tenía que e studiar y lo hacía.
La profesora que más caña me metía era de la matemáticas, la Mercé porque veía que no me esforzaba todo lo que podía aunque siempre acababa aprobandolo me costaba, fue aquí donde empecé a sentir más predilección por las asignaturas de lenguas y de letras en general, y a dejar de la do todo el ámbito científico-técnico que no me llamaba nada en absoluto.
Toda la ESO estuvo marcada por un ir y venir, ya que realicé los dos primeros cursos, 1º y 2º de ESO en Cambrils y luego ya me fui a Andalucía, al pueblo de mis padres, y allí noté mucho el cambio, tanto en el nivel que exístía allí que era más alto como en la integración con un nuevo grupo de compañeros.
Otro profesor que me gustó mucho y me marcó fue el profesor de dibujo, Don José, como allí se les llama, porque me parecia una estupenda persona y a la vez, un gran artísta, desgraciadamente yo no pude sacar toda la vena artística que me hubiese gustado pero eso no quitaba que yo me esforzara como la que más en sus clases y aprobase con buena nota, además de pasarmelo extremadamente bien y deleitandome con su don para las artes plásticas. El elemento negativo lo tuvo una profesora de este mismo centro que me hizo perder todo el amor que yo sentía por la historia ya que sus clases eran aburridas, estrictas y muy tensas. Ana de la Torre me marcó pero para mal, porque no fue nada comprensiva en mi caso, con todo lo que estaba pasando debido al cambio y a las circunstancias y me tomó mania por lo que me costó bastante poder sacarme su asignatura con una nota que más o menos dejase constancia de mi esfuerzo durante el curso y de mi pasión por la historia la geografía. Mi último curso en este centro fue 1º de Bachilerato, que escogí el humanistico, y fue como el final de un periodo de cambios y de sobreesfuerzo que me dejó agotada por lo que yo después de aprobarlo no quería continuar estudiando pero a la vuelta a Cambrils, empecé 2º de Bachillerato, por empuje de mis padres que no me dejaron flaquear en ninguna de mis etapas escolares por ninguna crisis y que siempre han estado ahí para poder darme ese empujoncito que me faltaba para poder seguir con los estudios. De vuelta a Cambrils... .El colegio Marinada era para mí como mi segunda casa, me encantaba y allí, creé un clima totalmente familiar y cómodo. Las clases eran muy divertidas para mí y yo me lo pasaba "pipa". Dentro del aula se estaba tan bien que creo que por eso yo sacaba tan buenas notas, porque no me hacía falta más que atender en clase para luego realizar las actividades adecuadamente.
Aquí si que existió eso a lo que llaman una identidad propia de mi organización, en este caso la escolar porque todos eramos como una gran familia. Empezando por el conserje el señor Paco que siempre estaba ahí para ayudarnos en cualquier cosa, y por las monitoras del comedor que eran muy amables pero a la vez, disciplinadas y estrictas porque en la hora de la comida no se podía andar con tonterías. En el comedor del Marinada aprendí a comermelo todo y también a comportarme con mayor disciplina. Cabe señalar también, que una de las monitoras del comedor era mi madre y claro eso también era un punto a favor ya que yo tenía más privilegios que algunos niños por un lado, pero por el otro, también tenía más obligaciones, como ayudar a dar de comer a los pequeños, comportarme mejor que ninguno para dar ejemplo, comermelo todo, ser obediente porque a mi también me castigaban, jajaja...
En las horas de clase teníamos infinidad de profesores para cada una de las materias, pero sin lugar a dudas recuerdo al profesor de religión, que siempre nos enseñaba valores, normas y compotamientos adecuados pero siempre desde un punto de vista muy abierto, no imponia su criterio sino que nos ayudaba a descubrir por nosotros mismos que era lo mejor para actuar de forma correcta.3º) I.E.S Ramón Berenguer IV
Empecé mi nueva etapa en el edificio de al lado, el Ramón Berenguer IV, un instituto que de por sí tenía mala fama porque anteriormente, era donde se hacía FP y por ello, no se creía que tuviese el mismo nivel que el I.E.S Cambrils, para poder cursar la ESO y Bachillerato cosa que más tarde se comprobó que no era así y que tenía incluso más competencias que el otro para desarrollar con gran eficacia su trabajo como I.E.S.
En éste, estaba la profesora de inglés, la Claustre y la de castellano la Neus que me gustaban mucho, y siempre
me potenciaban mis habilidades dandome a entender que era muy buena y que tenía un buen nivel, y eso siempre me hizo ser mucho más responsable con los estudios y no pensar en ning ún momento en dejarlos sino que ya era como algo natural, sabía que tenía que e studiar y lo hacía.La profesora que más caña me metía era de la matemáticas, la Mercé porque veía que no me esforzaba todo lo que podía aunque siempre acababa aprobandolo me costaba, fue aquí donde empecé a sentir más predilección por las asignaturas de lenguas y de letras en general, y a dejar de la do todo el ámbito científico-técnico que no me llamaba nada en absoluto.
Toda la ESO estuvo marcada por un ir y venir, ya que realicé los dos primeros cursos, 1º y 2º de ESO en Cambrils y luego ya me fui a Andalucía, al pueblo de mis padres, y allí noté mucho el cambio, tanto en el nivel que exístía allí que era más alto como en la integración con un nuevo grupo de compañeros.
El centro de Villacarrillo se llamaba I.E.S. Sierras de las Villas y de los aspectos positivos que tenía era tanto referido a infraestructuras como a la cercanía de mi domicilio.
Fue duro, agobiante y algo traumático pero pude salir airosa del tremendo cambio que sufrí.
Recuerdo que allí tuve mucho apoyo por parte de mis tutores que me ayudaron mucho y también de la profesora de latín y griego que siempre estaba hablando bien de mí, también hay que decir, que sus clases me encantaban y que hacía todo lo posible por estar atenta y sacar el máximo rendimiento para poder sacar buena nota pero también es un factor importante que ella se comportase de manera tan excelente tanto como persona como profesionalmente.
Fue duro, agobiante y algo traumático pero pude salir airosa del tremendo cambio que sufrí.
Recuerdo que allí tuve mucho apoyo por parte de mis tutores que me ayudaron mucho y también de la profesora de latín y griego que siempre estaba hablando bien de mí, también hay que decir, que sus clases me encantaban y que hacía todo lo posible por estar atenta y sacar el máximo rendimiento para poder sacar buena nota pero también es un factor importante que ella se comportase de manera tan excelente tanto como persona como profesionalmente.
3º) I.E.S Ramón Berenguer IV
Solo un curso me hacía falta ya para acabar el bachillerato y empezar la carrera. Fue el penúltimo paso pero costó, y todo porque debido a tantos años fuera de Cataluña el catalán lo tenía bastante olvidado, de la misma manera que también, la forma de hacer y el sistema de enseñanza -aprendizaje. Pero todo en la vida es predisposición así que, continué y ayudada por mi grupo de compañeros a los que había retomado pude sacarme con éxito este curso y de forma limpia.
Lo que más me marcó en este curso fueron tanto la profesora de inglés, la Cari, y el profesor de una optativa de Psicologia el Josep Mª Arán, además de la profesora de historia la Chus.
La de inglés fue más mi tutora que mi profesora y siempre me ayu daba en el sentido que me decía todo lo que tenía de bueno y la valía que tenía para poder seguir estudiando porque mi proyecto personal después del bachillerato era hacer un cic lo superior que estuviese relacionado con el trato con niños, cosa que la Cari me quitó de la cabeza diciendome que yo valía y que siempre habría tiempo para ir un pasito más atrás pero que primero debía probar ir a la universidad.
La Chus me enamoró, tanto porque tanto ella como yo teníamos el mismo interés y la misma pasión por la historia como por su forma de dar las clases y por el buen rollo que exístia entre ella y yo. Además de ello, con ella hice también la asignatura de historia del arte que me cautivó. Fue una de las cosas que me hizo decantarme por estudiar alguna de estas dos y por eso, ingresar en la universidad. Conjuntamente con esto, Josep Mª Arán, me enseñó una nueva materia que introducía a todo el fascinante mundo de la Psicología y este hecho, también fue determinante para proseguir mi camino educativo hacia el escalón más alto..
LA UNIVERSIDAD...
4º) ROVIRA I VIRGILI
Bueno y aquí se acaba el camino por ahora, después de acabar el bachillerato con éxito y con el catalán más que r efrescado y asimilado de nuevo, hice las PAU, y eso fue una larga historia ya que como no quería ir debido al miedo que tenía y a que no me veía capaz, me sugestioné tanto que después de acabar los examenes finales de 2º de Bachillerato me puse enferma, y no pude estudiar nada para la selectividad, por ello, yo ya lo daba todo por vencido.
La cosa está, en que no tenía yo en cuenta la perseverancia, la constancia y la testarudez de mi madre que hicieron que no se rindiera conmigo y que me llevase incluso con 40 de fiebre, y sin haber repasado nada, a las PAU. De nuevo no habría continuado si ella no hubiese estado detrás de mi.
Mi sorpresa llegó cuando me enteré que gracias a que tenía muy buena nota de media en el bachillerato y a que había aprobado algunos exámenes de la selectividad había APROBADO! y además, podía escoger entre las carreras que más me gustaban pero no en la que yo quería que era Psicología o Educación Infantil.
Así que ya que finalmente no me decanté por derecho porque no me veía capaz de tener los escrúpulos para poder defender a según que clientes, y me tiraban muchísimo los niños cosa que actualmente sigue siendo así, decidí escoger Pedagogía que era la que más se acercaba a lo que yo quería desde un inicio.
Recuerdo el primer dia de universidad donde todo era nuevo para mí, y tuvo que acompañarme mi novio jajaja y allí conocí a un grupo muy majo de chicas que estaba sentada en un banco y con el que hoy todavía sigo yendo ellas son mis dos niñas Isa y Raquel que por ahora siguen siendo un gran pilar con el que sujetarme...
Ahora ya, en 4º curso de carrera y pasando una etapa bastante mala debido a graves problemas personales pero con la visión de poder acabar, aprobar y por fin cerrar el ciclo educativo que tantos años llevo realizando.
Sin la ayuda de mi madre nunca habría estado aquí...
FIN!!!!
